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Presupuestos del Reino Unido para 2025: Qué significa para el transporte
Creado: 10/12/2025
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Actualizado: 10/12/2025
El Presupuesto del Reino Unido para 2025 llega en un momento difícil para el sector del transporte por carretera. Los operadores se enfrentan a salarios y costes de explotación crecientes, márgenes estrechos, infraestructuras envejecidas y presiones constantes en torno a la contratación. Al mismo tiempo, se acelera el cambio hacia una movilidad más limpia, lo que crea nuevas expectativas y aumenta la necesidad de inversiones a largo plazo.
En el siguiente artículo se describen las consecuencias del presupuesto para las infraestructuras, las inversiones, los costes de mano de obra y el entorno operativo general del transporte.
Inversiones en infraestructuras
Durante muchos años, las flotas se han visto afectadas por el deterioro de las carreteras, las restricciones de peso en puentes envejecidos y la creciente imprevisibilidad de los tiempos de viaje. Los datos del Gobierno y de la industria así lo ponen de manifiesto. Es probable que más de uno de cada diez kilómetros de la red de Inglaterra y Gales requiera mantenimiento en el próximo año, según los informes del Índice de Estado de las Carreteras, y los retrasos en las obras de repavimentación siguen aumentando. Estos problemas provocan daños en los vehículos, fatiga de los conductores, mayores costes de los seguros y alteraciones de los horarios. Además, suponen una presión adicional para los operadores, que ya tienen que lidiar con márgenes estrechos.
El nuevo presupuesto reconoce estas preocupaciones. Un paso positivo es la importante financiación de proyectos estratégicos nacionales, incluidos los casi 900 millones de libras asignados al Paso Bajo del Támesis, que debería reducir la congestión, ofrecer tiempos de viaje más fiables y un entorno de conducción más seguro para los vehículos pesados.
Las autoridades locales también recibirán una parte de 2.000 millones de libras específicamente para mejorar las carreteras y hacer frente al creciente número de baches. Esto podría suponer una diferencia notable para las flotas. Las carreteras locales transportan la mayor parte de la carga nacional y sirven de primera y última milla en casi todas las entregas. Su mejora reduciría el desgaste de los vehículos y la presión operativa.
Estos compromisos no solucionarán inmediatamente décadas de falta de inversión, pero representan un cambio importante hacia una red de carreteras más resistente y mejor adaptada a las realidades de la logística moderna.
Desarrollar la mano de obra a través del aprendizaje
El Presupuesto también hace más hincapié en las cualificaciones. Los Aprendizajes totalmente financiados para menores de 25 años que trabajen en pequeñas y medianas empresas podrían ayudar a atraer a nuevos profesionales a una profesión que los necesita urgentemente.
La escasez de conductores está bien documentada. El Reino Unido debe contratar alrededor de 200.000 nuevos camioneros en los próximos cinco años para estabilizar las cadenas de suministro, y en toda Europa la edad media de los conductores profesionales sigue aumentando. Sólo una pequeña proporción de conductores tiene menos de 25 años, y los costes de formación han sido un obstáculo para muchos candidatos más jóvenes.
Ofrecer formación financiada hace que la logística sea más accesible en un momento crítico. También ayuda a los operadores más pequeños, que a menudo tienen dificultades para invertir en formación a pesar de necesitar ampliar sus equipos.
Incentivos a la modernización
El presupuesto introduce nuevas ayudas a la inversión, en particular para la renovación de la flota. Los operadores que instalen infraestructura de recarga podrán beneficiarse de una bonificación del 100% para el primer año hasta marzo de 2027. Esto ayudará a compensar el coste inicial de los vehículos pesados eléctricos y de los equipos de recarga.
A partir de enero de 2026, se podrá aplicar una nueva desgravación del 40% durante el primer año a muchos activos sujetos al tipo principal, incluidos los camiones, especialmente útil en los casos en que no se aplique el régimen de amortización total o la desgravación anual por inversión, como es el caso de algunas flotas arrendadas y operadores no constituidos en sociedad.

Presiones sobre los costes de explotación
Aunque el Presupuesto de otoño contiene varias medidas positivas, los operadores también tendrán que planificar el aumento de los costes. El impuesto sobre el combustible aumentará por etapas entre finales de agosto de 2026 y marzo de 2027. El combustible es ya uno de los mayores gastos de los operadores, y es probable que las subidas previstas hagan más hincapié en la eficiencia del combustible, la telemática, las rutas consolidadas y la renovación de la flota.
A partir de abril de 2026, el impuesto especial sobre los vehículos se incrementará en función de la inflación, también para los vehículos pesados. A partir de abril de 2028, un nuevo Impuesto Especial sobre Vehículos Eléctricos (eVED) también aplicará un gravamen basado en el kilometraje a los coches eléctricos de batería e híbridos enchufables, además del actual VED. Aunque el eVED excluye inicialmente a las furgonetas y camiones eléctricos, señala un cambio a largo plazo hacia una fiscalidad basada en la distancia que las flotas deberán tener en cuenta en su planificación futura.
La tasa para vehículos pesados también volverá a subir con la inflación. Los vehículos de más de doce toneladas deben pagar la tasa antes de utilizar las carreteras A o las autopistas, y la tasa revisada añadirá otro coste que las flotas deben tener en cuenta a la hora de planificar el futuro.
También es probable que los inmuebles más grandes y de mayor valor se vean más presionados por los cambios en los tipos comerciales. El presupuesto confirma la reducción permanente de los impuestos sobre actividades económicas para el comercio minorista, la hostelería y el ocio, financiada en parte por el aumento de las tasas sobre los locales comerciales más caros. Entre ellos se encuentran los grandes almacenes y centros de distribución, por lo que los operadores con grandes instalaciones pueden esperar facturas proporcionalmente más elevadas con el tiempo que los pequeños almacenes o las ubicaciones en las calles principales.
Además, el Presupuesto introduce varias medidas que afectan directamente al panorama financiero de los operadores y de las personas que dirigen o trabajan en las empresas de transporte. La mano de obra ya representa uno de los costes más elevados del sector, y estos cambios condicionarán la planificación de las nóminas, la retención del personal y las finanzas personales de muchos propietarios-operadores.
El aumento del salario mínimo significa que los empresarios tendrán que hacer frente a mayores costes de personal en los sectores del almacenamiento, la logística de última milla y las funciones de apoyo. Muchos operadores ya han afrontado subidas salariales en los últimos años, y este nuevo aumento añadirá presión en un momento en que los márgenes siguen siendo estrechos. Para las flotas que dependen de las horas extraordinarias, el trabajo nocturno o los picos estacionales, el impacto será aún más notable.
Aumento de las exigencias administrativas
El Presupuesto continúa el movimiento del Gobierno hacia una mayor digitalización de los impuestos y la presentación de informes. Las expectativas de cumplimiento aumentarán en los próximos años, con sanciones más estrictas para las declaraciones tardías de IVA y autoliquidación y un marco ampliado de Making Tax Digital a partir de 2027. La facturación electrónica obligatoria llegará en 2029.
Los transportistas de paquetes y los operadores de carga mixta también se verán afectados por los cambios en los derechos de aduana para las importaciones de bajo valor, que se aplicarán a los artículos cuyo valor sea inferior a 135 libras a más tardar en marzo de 2029. Aunque el objetivo es igualar las condiciones para los fabricantes británicos, es probable que aumente la presión administrativa sobre las empresas de transporte.
Estos cambios pueden acabar mejorando la eficiencia, pero requerirán inversiones en sistemas y formación del personal. Las flotas más pequeñas, sin equipos administrativos especializados, son las que probablemente noten más el ajuste.
Un presupuesto mixto
Aunque los operadores tendrán que hacer frente a unos costes más elevados y a una mayor complejidad administrativa, el Presupuesto para 2025 también incluye algunos de los compromisos más importantes de los últimos años en materia de red viaria y desarrollo de competencias.
Tomadas en su conjunto, estas medidas señalan un Presupuesto que intenta equilibrar las restricciones fiscales con las necesidades a largo plazo. El camino que queda por recorrer seguirá exigiendo una planificación cuidadosa e inversiones estratégicas, pero existen verdaderas oportunidades para reforzar los cimientos del sector y apoyar un futuro más resistente para el transporte.
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